42.195 pasos, ¿para qué? Por Benoit Mahé
Domingo 24 de febrero, 12h28, Sevilla,
España. Acabo de completar mi primera maratón y el reloj electrónico del
estadio olímpico de la Cartuja marca 3h28.
En las próximas líneas, procuro
describir las motivaciones que me impulsaron a realizar este proyecto y sobre
todo las enseñanzas sacadas, en particular en mi profesión de coach. En efecto,
acompaño profesionales del comercio hacia su mejor nivel; me ha parecido legítimo
aplicarme a mí mismo algunos principios que promuevo.
Dirijo
estas líneas a todas aquellas personas:
- que
desean correr y aun no lo han hecho o no pueden por motivos de salud,
- que ya
lo han hecho,
- y en
general a aquellas atraídas por la aventura, aquella idea de tener un proyecto, el que
sea, y llevarlo a cabo.
Esta crónica consta de 2 partes:
-
Parte 1 : la carrera kilómetro a kilómetro
-
Parte 2 : las enseñanzas personales, para el
Retail y el coaching
¡Inmersión en la carrera de un
maratoniano neófito!
1)
La carrera
¿Porqué
Sevilla? Cuando en la vuelta al cole hacia octubre, comenzamos el año y fijamos
un objetivo, ya es demasiado tarde para plantear un maratón antes de navidad,
puesto que ya no contamos con las 12 semanas necesarias. El maratón es una
actividad de buena temporada. Los maratones de otoño se preparan desde el
verano. Sevilla por sus condiciones climáticas se afirma como el primero
después de invierno. El circuito llano a nivel del mar (me entreno con 800 metros
de altitud en Las Rozas) ofrece condiciones ideales para hacer marcas. Por fin, y sobre todo, cuando se sabe que la
mitad del club “prepara Sevilla”, subimos a este tren. Luego, ¡proyecto
colectivo!
Los últimos
días, ¡solo pienso en ello! Sube la tensión. Normalmente duermo bien, y desde
el jueves, mis noches se acortan. Miro una y otra vez el video promocional de
la carrera en youtube, y en particular, la imagen del mítico estadio de La
Cartuja, lugar de la llegada, 3er estadio más grande de España (después
del Camp Nou y el Bernabeu). Se encuentra en la isla de la Cartuja, isla
rodeada por los 2 brazos del Guadalquivir y ha sido reformada para la Expo92. Ahí
estuve. Al igual que mis compañeros del club Miacum, visualizo miles de veces
el túnel que accede al interior del estadio.
Sevilla, mayor centro histórico de
Europa. Sevilla y su doble cultura arabo-cristiana. Sevilla, puerto de
desembarco de los conquistadores cargados de oro. Sevilla y sus sevillanas de
vestidos rojos con círculos blancos y volantes.
Sevilla, capital de Andalucía.
Este domingo 24 de febrero de
2013, son las 5h30 cuando me levanto, satisfecho de haber dormido de un solo
tirón. Había solicitado al hotel adelantar el desayuno a las 6h30 para permitir
una adecuada digestión de 2 horas. Me preparo: vaselina sobre todos los puntos
de roces (pies, torso,…), crema solar (mi tipo nórdico de pelirrojo de ojos azules
debe protegerse). Voy en coche al estadio a las 7h15. Las condiciones son ideales,
después de 3 días de lluvia, el cielo está despejado, no hay viento, temperatura
de 5 grado. Sabemos que la máxima será de 15º.
El crono de mi última media maratón
hace 1 mes me da acceso al cajón de los "menos de 3h30". ACDC resuena a
tope en los altavoces. Busco a mis compañeros de club Angel y Julio en la muchedumbre…
y no los encuentro. Encuentro eso sí, un compatriota con la bandera francesa
pintada en cada mejilla, una peluca. Entablamos conversación 4 de los 108 franceses
inscritos.
El reto está claro para mí: me
siento listo física y sicologicamente. Tengo la sensación del trabajo bien
hecho. Llego esta mañana en la mejor forma de mi vida. En efecto, nunca antes
me he entrenado de forma seria, sistemática y rigurosa para una carrera durante
12 semanas. Parte del reto consiste en “retener los caballos”; porque
precisamente la tentación es grande de ir a tope desde el minuto cero.
Una vez hecha la preparación, el
resto es matemática y disciplina. Mi objetivo inicial era terminar entre 3h45 y
4h. Mis compañeros del club Miacum y mi coach, Jose María Marin, “Chema”, sobre
la base de mi última media hace 1 mes (1h32 en Getafe) me han sugerido este
objetivo de 3h30. El ritmo es fácil de calcular: 5 minutos por kilometro. En
entrenamiento me he sentido a gusto en 4’50.
La estrategia recomendada
consiste en empezar algo más lento, tomar el ritmo de crucero en el km10 y a
partir del km32, si las piernas responden, acelerar. ¡Y aguantar 42.195 metros!
-
Km 0 : ¡Por fin! La salida en la
gran avenida Carlos III. Muy bien organizada, no hay atascos. Rápidamente
encuentro el ritmo de 5 min/km. Se forman grupos, corro solo.
-
Km1 : algunos corredores ya se han
parado a hacer pis ! increíble ! el estrés supongo. Y algunos
preciosos segundos menos!
-
Km 4 : desde la vereda en una parada
de autobuses, 2 africanos animan « Vamos, ¡que los negros ya están por
delante ! ». El pelotón se ríe.
-
Km5 : no tengo sed, pero como
sugerido, bebo mis 3 sorbos de Aquarius servido en vasos en el 1er avituallamiento. La técnica consiste en pinchar lo alto del
vaso, para poder beber a cuenta gotas. Lo hago de manera torpe. Para la botella
de agua, se bebe de costado, y se tira. Triste espectáculo que esta carretera
sembrada de vasos.
-
Km 6 : Cruzamos por 1ª vez el Guadalquivir.
Aparecen la Torre del Oro y la Catedral de La Giralda, la iglesia gótica más
larga del mundo. ¡Qué maravilla! Remontamos el río durante 5 kilómetros por el
paseo Cristobal Colon bordeado de naranjos.
-
Km 8 : como acordado, mis 3 hijos se
encuentran en el lado derecho de la carretera. Les choco la mano: « Allez
papa! »
-
Km8,100 : Mi mujer Viviane se
encuentra como previsto 100 metros después del punto kilométrico y me entrega
mi bebida (iso+). Viene bien.
-
Km10 : paso en 49’44 minutos (ver video,
camiseta azul, short y medias negras, gorra azul marino). Voy ligeramente
adelantado a mi programa. En mi cabeza, hago un primer balance. Hasta ahora va
todo bien. Estoy en mi carrera. Las piernas van bien.
-
Km12 : las campanas de las iglesias sevillanas
llaman a los feligreses a misa. Una carrera urbana vibra con las sensaciones
propias de la ciudad y trasmite estas sensaciones especiales.
-
Km13 : siento que “me pica” en la
planta de los pies y la irritación en la parte exterior del pie, único problema
potencialmente limitante, empieza a irritarme. En todo caso, he decidido no
prestarle atención, pase lo que pase.
-
Km15 : llegamos a La Macarena. El
público se acumula en 2 o 3 filas. « Vamos Campeón! ». Las mujeres
son las mejores fans. Tal vez también sea eso el maratón: sentirse campeón por
un día!
-
Km 16 : Chema, mi coach, y Jose Manuel,
compañero de club actualmente lesionado, me animan. « ¿Cómo estás? » Levanto el pulgar
derecho!
-
Km17 : encuentro nuevamente a
Viviane que ha llegado callejeando. De nuevo me ofrece la bebida. Asistencia de
lujo.
-
Km21,1: paso la media en 1h44’14. (ver vídeo).
Entonces si « doblo », es decir si hago el mismo tiempo en la segunda
parte, alcanzaré mi objetivo.
-
Km 25 : vuelvo a hacer un balance,
como si fuera un escáner que me fuera recorriendo de abajo a arriba.
Desaparecieron mis dolores en los pies. Me siento bien. Controlo mi
respiración. En mi cabeza no pasan ideas líricas como me lo imaginaba. Solo
estoy concentrado en mi carrera. Gestiono. Me digo que ya he recorrido hasta 33
kilómetros en entrenamiento. Creo que me queda gas debajo del acelerador.
-
Km28 : nos encontramos desde hace 15
kilómetros y para todavía 2 o 3 kilómetros en la parte periférica de Sevilla.
- Km29 : un grupo de rock canta en el
borde de la carretera. Bien, pero es una pena que todas las animaciones sean en
inglés. Un flamenco me resultaría más estimulante.
-
Km30 : el avituallamiento como
indicado en el plano incluye ahora sólidos (pasas…). Vuelvo a hacer balance; hace
algunos kilómetros ya que nadie me pasa. Ahora es cuando puede aparecer el
famoso muro, este estado en que de repente el corredor se siente desfallecer. Tengo
la impresión que esto no me va suceder. Empiezo a estar en el esfuerzo; tira un
poco pero estoy bien. (ver video
2h28’00)
-
Km32 : penetramos en el parque Maria
Luisa. Aprovecho para correr en las bandas de tierra algunos hectómetros para
relajar las pantorrillas. Pasamos delante de la Plaza España. Pura maravilla de
arquitectura construida para la Exposición universal de 1929 donde habíamos
sacado una memorable foto familiar en coche de caballo.
-
Km35: penetramos ahora en el casco histórico.
Los espectadores redoblan. Corremos en una vía de tramway y el pelotón se forma
naturalmente en 2 filas en el interior de los rieles. El ambiente sube un grado
más; es muy estimulante. Por mi cabeza pasa una imagen heroica de marcha
militar de conquista. Un electrochoque recorre mi cuerpo y mi mente. Ahora sé
que voy a terminar y mi tiempo se mantiene estable alrededor de 4’55. Sigo en
mi objetivo de 3h30. Creo que es el momento de probarme lo que llevo realmente
en el estomago. Guardo un objetivo secreto. Dos de mis compañeros de club han
hecho 3h21. Y !si les ganaba!
-
-
Km36 : corro desde hace 1 km en
4’40. He adelantado a unos 30 corredores. Algunos caminan. Otros están parados
haciendo estiramientos en el costado. Sigo. Me siento en estado de sublimación,
ese estado que describe Timothy Gallway, en el « juego interior ». Estoy
en el flujo; estoy volando.
-
Km37 : pequeña cuesta de 200 metros
por la calle Calatrava. Estoy a tope a 4’40, desde hace 3 kilómetros ahora. Viviane
vestida de corto, como acordado, empieza a correr para acompañarme en los
últimos 5 kilómetros. « Allez mon Ben! Come on ! » En la rotonda
antes del puente de la Barqueta, adelanto una decena de corredores por la parte
interior. Tomo una esponja y… ya no veo
a Viviane.
-
Km39 : estamos ya en la Isla de La
Cartuja. Solo quedan 3 kilómetros. Empiezo a sentirme flojear. ¡Ay! me vengo
abajo. ¿Estaré pagando el precio de mi aceleración?
-
Km40 : Penetramos el parque del Alamillo.
Siento que ya no avanzo. Ya no tengo gas. Me concentro en los detalles técnicos:
levantar las rodillas (y confiar en el efecto palanca). Miro mi reloj temiendo
un veredicto fatal. Me indica: 5’15; por ahora, sigue siendo aceptable. Hace 3h17
que estoy corriendo. Y me quedan 12 minutos para cumplir con mi objetivo. Y sin
embargo, por primera vez desde la salida, la idea de fracasar cruza mi mente.
-
Km41 : bajamos hacia ese puente metálico
blanco que he visto decenas de veces en youtube. 5’15 todavía. Sufro, pero mi
reloj me dice que ¡sigo avanzando! « ¡Levantar las rodillas!» Estoy en mis
reservas y recuerdo mi gran sueño, esta visión que ha iluminado mi camino estas
últimas 12 semanas; el gran estadio. ¡No voy a venirme abajo ahora!
-
La llegada : paso por meta en 3h28'10 (ver
video) (he retirado gafas y gorra). Una persona me entrega una medalla. Y entonces,
quisiera descansar. Tal vez, juntarme con los amigos o familiares. Pero no, los
corredores deben penetrar en el túnel bajo el estadio. Ahí, tengo frio. Muchos
corredores deambulan como zombis. Yo también. Otros yacen por el suelo. Nos
encontramos en este entorno oscuro y frio. Nos entregan mantas. Me tiendo en el
suelo. Quedo mirando fijamente una lámpara a unos 20 metros de altura. Me encuentro
en estado de gran cansancio, no puedo
pensar en nada más que descansar. No tengo espacio para la emoción. Recupero mi
bolsa en el guardarropa y me dirijo a las duchas. Decenas de hombres esperan su
turno. Las instalaciones obviamente no están previstas para tantas personas. La
ducha me viene bien. Me voy recuperando. Al instalar mi reloj, descubro mi
tiempo real: 3h27’41.
Y empiezo a tomar consciencia que he logrado mi objetivo.
-
Hace ya media hora que pasé por meta y aun no he
visto a nadie conocido. Pido prestado un móvil a un corredor y llamo a la
familia. « ¿donde estáis? Puerta E, llego en 10 minutos! ». Me
arrastro hacia la otra extremidad del túnel. Las piernas me parecen bloques de
hielo. La familia espera, están sentados contra una palmera. Al verme llegar
CocaCola en mano, 2 de mis hijos pelean para que les preste. No estoy seguro
que entienden lo que acabo de cumplir. Tampoco hace falta, ya tendrán tiempo de
plantearse sus propias hazañas. Viviane por su parte me cuenta su propia
carrera y me confirma que en efecto no pudo seguirme, pero que otro corredor
con dificultades y con cierta discapacidad motora (una mano temblorosa y una
dicción desigual) se había acercado a ella en ese kilometro 37 diciéndole:
-
parece que tenemos un ritmo similar,
-
¿corremos juntos?, le sugirió ella.
Francisco y
viviane han corrido juntos estos fatídicos 5 últimos kilómetros, hasta el túnel
donde Viviane le dejó a Francisco que terminara. Todo un símbolo de la
espontaneidad y la fraternidad entre corredores.
Esperamos otro rato y nos encontramos
con amigos del club, el coach Chema, Patricia, Fernando, Santi, Javi (hijo de Ángel)... Todos agotados y emocionados
con la sensación del reto cumplido.
2) Las enseñanzas de mi 1er maratón
El potencial: Como coach
profesional, soy sensible a la noción de potencial. ¿Cómo acercarse a la
expresión de su potencial? Sea cual sea el entorno, si un joven, o menos joven,
tuviera potencial para el piano, o la negociación, o los idiomas, o el ajedrez,
o la venta, o el canto gregoriano, e el hablar en público, o la natación… ¿cómo
se daría cuenta? Me había llamado la atención una noticia aparentemente anecdótica,
en la sección local del periódico: « Un sacristán descubre con 65 años que
cuenta con un QI excepcional de 160 » y el buen hombre de exclamarse: « ¡Ah,
si lo hubiera sabido antes! ». Y entonces, si tuviera potencial para
correr, ¿cómo me daría cuenta? Una sola manera: probar. Y probar de verdad;
poniendo de su lado todas las posibilidades de éxito. Intentar lograrlo,
terminar, reconociendo que sin la opción de fracasar, el éxito no tiene ningún
interés. Y ¿si pues yo tuviera potencial en carreras? Aquella mañana de final
de invierno a orillas del Guadalquivir, es a esa pregunta, entre otras, a la
que busco responder.
Enseñanza 1: “Y SI… », Expresión
potente del coaching; Y si un profesional del comercio (dueño de tienda o
cadena, vendedor de tienda, supervisor,…) tuviera potencial para hacer
« más y mejor”, ¿cómo se daría cuenta? ¿Cómo su management le daría la
oportunidad? Probablemente al transferirle confianza y consideración e invitándole
a probarlo. Y preguntarle, en vez del típico “por qué” “¿por qué no?”
La
inspiración: siempre me ha gustado correr. Mis tíos corrían… Mi hermano empezó con los
estiramientos y fraccionados en casa. Tenemos la suerte de vernos en la casa familiar
a orillas del golfo del Morbihan, en Bretaña, el lugar más hermoso en el mundo.
Y la naturaleza llama a descubrirla gracias a los numerosos caminos entre
campos y mar. Con mi grupo de amigos, siempre hemos corrido. “Solo” hacía
falta, en algún momento, correr de verdad.
Enseñanza 2: a veces, dar el paso está al
alcance de la mano… o del pie. El deseo de emprender, de conseguir grandes
proyectos se encuentra en estado latente. “Solo” hace falta encontrar el buen momento y la
determinación necesaria. En ese sentido el acompañamiento del coach puede ser
oportuno.
El placer del niño: los pilla-pilla, los partidos de futbol hasta el anochecer
de la infancia, los juegos descalzos en la playa... Correr, al igual que cantar,
nos aleja de la tristeza y la depresión y nos acerca a la alegría de vivir.
Correr es sentir su cuerpo y conocerlo mejor jugando. Correr una noche después
de un día de trabajo representa siempre un esfuerzo inicial, para vencer la
fatiga, la flojera, a veces la lluvia y el frio. Pero después de 5 minutos, el
placer de la carrera, la liberación mental, la sensación del cuerpo y de los músculos,
el soplo de vida conectan con el placer del niño que juega y corre, como un
potro en una pradera primaveral. Saint Exupéry decía que « Todos los
adultos han sido primero niños, pero ¡pocos lo recuerdan! » Correr, es
acordarse que fuimos niños, y que lo seguimos siendo.
Enseñanza
3: en nuestro trabajo, cuando en seminarios o outdoor, invitamos los directivos
a jugar, muchas dificultades se solucionan por sí mismas. Y todo se vuelve más
fácil. Porque la gestión debería ser siempre « seria »? En particular
en el comercio, el buen humor y la energía positiva resultan esenciales para
los buenos resultados… porque los clientes lo perciben.
El movimiento creador : Correr, es colocar el pie derecho delante del izquierdo, y
luego, el izquierdo delante del derecho, permitiendo que los 2 estén en el aire
por un momento. ¡Tan simple! Correr es generar ese desequilibrio creativo,
sentir por un momento ese vértigo que solo el movimiento puede estabilizar. Y
si no, intenta mantenerte 5 minutos como un flamenco en un solo pie. Nada
grande se logra sin ese desequilibrio inicial, este paso al vacio. Atreverse a
alejarse de sus certidumbres, los 2 pies anclados en sus creencias y convicciones,
y avanzar hacia un objetivo, una visión. Me había impresionado en carreras
anteriores (con preparación limitada) la efervescencia de las ideas durante la
segunda parte de la carrera. Pensaba en mil cosas totalmente inusuales… me
sorprendí así dialogando uno tras otro con cada uno de mis 4 abuelos ¡todos
fallecidos desde hace años! Y me dije que el esfuerzo debe generar una reacción
química a nivel cerebral; supe despues que se llama la dopamina. Y me dije: « si una media maratón
me procura tal intensidad, ¿qué sería durante un maratón?»
Enseñanza 4: el comercio, por ejemplo, el mundo de los puntos de venta se vive en
el movimiento, en el flujo. La neurociencia hoy ha demostrado cómo el movimiento
del cuerpo mejora la calidad de la reflexión. Así Steve Jobs celebraba sus
reuniones más estratégicas invitando su interlocutor a pasear en un parque. Y así
suelo correr o bailar en las horas y minutos previos a una conferencia
importante (y todas lo son). El trabajo sedentario, en particular de oficina,
acarrea blocajes, y a veces estimular nuestro movimiento permite mejorar el
funcionamiento del equipo. Nuestra cultura occidental en principio se encuentra
menos preparada que la oriental para reconocer este vinculo cuerpo y espíritu. Y
si no, observe los grupos de Taichí en los parques de Shanghái los sábados por
la tarde.
La competición: Desde los 8 años he jugado al futbol sin discontinuar. Desde
los 35, jugamos los domingos con un grupo de veteranos con reglas claras: no
hay contacto. El objetivo es poder ir a trabajar el lunes… en una sola pieza. Y
si bien algún compañero lleva las cuentas de quien va ganando entre los rojos y
los blancos, se viene a jugar y a pasarlo bien más que ganar. De hecho, en mi
caso, como emprendedor y formador, no me puedo permitir ninguna broma en ese
sentido: fractura prohibida para un emprendedor de Pyme!
Y sin embargo, ¡echo de menos la
competición! Ojo, en maratón, siempre encuentras a alguien mejor que tú, y otro
más lento. De hecho en nuestro club Miacum 4 compañeros corrieron el maratón
entre 2h45 y 2h55. Cada uno compite contra sí mismo. No va de ganarle a
cualquiera sino a sí mismo. Vivir su carrera y sentir este « placer de
sufrir ». En la progresión, puede
existir algún estimulo a ganarle a tal compañero, o en la carrera misma,
adelantarle “al de amarillo” que va 100 metros por delante.
Enseñanza
5: El coaching
radica en ese doble proceso de toma de consciencia y toma de acción. En CapKelenn
con el Retail Coaching, invitamos los directivos de cadenas de tiendas a
coachear con base de cifra individual. Porque el compromiso y la
responsabilidad es necesariamente individual. La competición es uno de los
medios para estimular la mejora. Ojo, cuando se aplica en un contexto de
desconfianza y de sanciones brutales, cualquier iniciativa en esa dirección
será malinterpretada y contraproducente. El primer rol del manager-coach, el Retail
coach, es generar un contexto en el cual cada miembro encuentre el entorno para
superarse. Competir es establecer un marco claro y seguro en el cual cada uno
se puede superar en el respeto de sí mismo y de los demás. Observamos 2
extremos en este ámbito: por un lado, aquellos puntos de venta que no se
atreven a usar la información individual transparente por temor a que sus
empleados “se piquen” y ello genere un mal ambiente. Y por otro lado, aquellos
que sí lo usan y de forma contraproducente confundiendo a veces benchmark
(comparación productiva) con represión brutal con el consiguiente coste en
estrés y parálisis. Los medios de comunicación en Francia, con razón, han
denunciado estas derivas (ver por ejemplo Envoyé Spécial- France2-28 Feb 2013).
Dedico un capitulo de mi libro Retail Coaching (Editorial Profit) a este matiz
fundamental. Una competición sana bien entendida en un contexto seguro
constituye un factor de mejora y de estimulo.
Los
indicadores claves de éxito y la linguistica
« Lo que se concibe bien, se
expresa con claridad», nos explicaba Nicolas Boileau, filosofo del siglo XVII. Hoy,
gracias a los avances de la lingüística, sabemos que la inversa también es
cierta, y por lo menos tan útil. « lo que se expresa, se concibe bien». El
simple hecho de verbalizar un objetivo, y para ello dominar su registro lingüístico,
su nomenclatura, su jerga, representa una etapa hacia el éxito. Aunque pudiese
parecer ambicioso o incluso presuntuoso a primera vista, a cualquier que me
preguntaba mi objetivo, le respondía: «primero terminar; y si posible en
3h30». Desde el inicio de la preparación en octubre de 2012, he debido asimilar
la « jerga »: los progresivos, los fraccionados, los % de frecuencia
cardíaca, los indicadores de velocidad... Dediqué horas enteras mirando fijamente planillas
excel para intentar convertir « 3h45 » (inicialmente) a un tiempo por
minuto. (El secreto del cálculo consiste en convertir en segundos! De lo
contrario entre la base 60 de los minutos y las horas, nos podemos perder). Hasta
el día de hoy, no estoy seguro de dominarlo todo al 100%, y eso que disfruto
con los números y excel.
La adquisición de mi reloj GPS Garmin
ha constituido otra etapa. Me hizo falta varias semanas, tal vez meses, para
asimilar los indicadores: pulsaciones, velocidad, tiempo total, tiempos
parciales. ¡Y todavía me falta!
Enseñanza
6: Contar con un objetivo constituye un buen inicio. Tan necesario como insuficiente. Conseguir un objetivo
ambicioso implica de conocer sus tiempos intermedios y dominar 2 (máximo 3)
variables o indicadores claves de éxito (KPI en inglés). En carrera: el tiempo
por kilometro y las pulsaciones cardíacas por minuto. La observación interviene
en complemento o en validación de los datos objetivos. La observación de mis
piernas al inicio me indicaban que podían acelerar y el indicador de tiempo que
no era conveniente; al final mi observación de mis mermadas fuerzas me hacían
temer un derrumbe; mi reloj me tranquilizaba (dentro de cierta medida). Así un
coach profesional no dirá « ¡te encuentro un poco flojo hoy ! »
sino “estás en 5’30/km. ¿Qué hacer para bajar de 5’ ?». Un coach del
comercio ya no dirá « la venta es demasiado lenta » sino « tu ticket
medio es de €15. ¿Cuánto consideras poder alcanzar? Y ¿Cómo?» El uso de la
cifras puede aparecer intimidante y compañeros experimentados del club me han acompañado
a entender los cálculos (David, Xavier, Angel, Santi …). Mi práctica del
coaching a unos 3.000 comerciantes estos últimos años me ha confirmado que
muchas personas se encuentran acomplejadas con las cifras y no se atreven a
decir que no lo entienden todo o incluso… que no entienden nada. El sistema
escolar ha causado estragos en términos de competencias y de autoestima. En la
intimidad propia del coaching, (lo comprobé nuevamente la semana pasada)
escuché profesionales gestionando un volumen de negocio de más de medio millón
de euros al año decirme: « Benoit, ayer en la formación cuando decías, 8%,
« por ciento », ¿qué significa exactamente? », y también « cuando
dices « 7,2 », el 2, ¿a qué corresponde? ». Lo que no se mide,
no puede crecer. Y lo que se mide de hecho crece. El rol del coach es
asegurarse que la persona sabe verbalizar su objetivo y sus indicadores claves.
Así, el tendero se vuelve maestro. Y los sistemas informáticos y TPV, fuentes
de serena proyección.
La
preparación
Durante 12 semanas, siguiendo un plan
milimétrico confeccionado por mi coach, Chema, he corrido en Paris, Vannes,
Madrid, Copenhague, Santa Cruz de Tenerife… acumulando un patrimonio de
sensaciones y emociones: ese 24 de diciembre a las 20 horas, en Copenhague, la
nieve por fin ha desaparecido y puedo salir sin riesgo. Observo los daneses a
través de sus ventanales instalarse en familia alrededor de la mesa navideña
con pato y col rojo, confirmado por los efluvios desde las chimeneas,
destacados por el frio ambiente. O en Paris corriendo en las riberas del Canal
Saint Martin, testigo de la vuelta a casa de los parisinos. Y también están los
entrenamientos en solitario, generalmente nocturnos, dejando la familia cenar
sin mí. En total, 5 salidas por semanas durante 3 meses. Y una imagen en mente:
¡un túnel desembocando en un gran estadio en Sevilla!
Enseñanza 7 : el éxito no se improvisa. El entrenamiento es esencial. Al igual que la
preparación profesional, la formación, en empresas y en el comercio. ¿Cómo
sería la eficacia profesional y la autorrealización de los profesionales de la
distribución si su formación, su capacitación, su preparación a los retos
fueran tan rigurosa y estimulante que la preparación al maratón? Porque, como Goethe
lo indica, «en el momento en que nos comprometemos de forma definitiva con un
objetivo, la providencia divina misma se pone en movimiento ».
El
material
El maratón lo es todo, menos
improvisación. Ese 24 de febrero, estoy equipado de zapatillas Asics Cumulus
(una suela demasiada delgada perjudicaría a partir del kilometro 30), de
calcetines coolmax, de medias de contención, de un short con un bolsillo atrás
para llevar una llave de coche, un gel y una barra de cereales. Corro con
un sparadrap especial en la parte exterior del pie derecho; es la única lesión
que puede llegar a afectarme durante la carrera. El conjunto de mi equipación
ha sido probada en varias ocasiones en salidas de 20 a 30 kilómetros estas
últimas semanas. Durante unos kilómetros de la carrera, acompaño a un corredor
con sandalias minimalistas; se trata de una moda de los indios de México que
implica de correr en postura muy erguida. Pero en general, el material es
sofisticado. Yo soy naturalmente friolento y le tengo respeto a llevar la sola
camiseta técnica de tirantes del club. Llevo una camiseta por debajo. Mi dorsal
nº4195 está instalado con imperdibles; no termina de sorprenderme que no se
haya inventado un mejor sistema de adhesión.
Después de 3 días de lluvia, el sol
está confirmado. Llevo una gorra y gafas de sol, elemento esencial para no
quedar aturdido, por ejemplo al pasar en la sombra de arboles por las
diferencias de intensidad luminosa. Por supuesto, tengo mi reloj GPS Garmin
210. He decidido no llevar mi cardio, ya que trabajé demasiado poco esta
variable en entreno.
Enseñanza 8: de nuevo, creer en un proyecto
implica invertir en el material adecuado y probarlo para acompañar el
desempeño. Retail is detail y todos los detalles cuentan.
El
equipo
Correr, es como cantar o rezar: en solitario, está bien,
pero en grupo, es incomparablemente más intenso. Para preparar ese maratón, me
he unido a un club en Las Rozas: Miacum. Una amistosa atmosfera reina ahí, una
entreayuda, un placer de correr juntos. Somos una treintena de personas,
hombres y mujeres, de niveles dispares y un objetivo común: correr con
satisfacción y mejorar.
Curiosamente observé que los miércoles
y domingos corro más rápido que los otros días, cuando corro solo. Me resulta difícil
correr por debajo de 5 min/km sólo, mientras que en grupo o en
competición, puedo correr « 4m10 sobre 10 km ». ¿En qué consiste esta
magia del equipo? Los neuro-científicos la llaman la « resonancia
neuronal ». Nuestros cerebros entran en resonancia cuando realizamos una
actividad en común. El ser humano necesita profunda y esencialmente de la
presencia de los demás.
Enseñanza 9: el coaching del equipo, la interacción entre sus miembros es
por lo menos tan importante como el coaching individual. Una organización
profesional debe cuidar la energía que desprende el grupo. ¿El individuo sacará
una fuerza adicional del grupo o al contrario una adversidad que le paraliza?
En particular, en las redes comerciales en las que por ejemplo el responsable
de tienda o de agencia está solo, al igual que su supervisor, ¿qué rituales
establecer para el intercambio entre los miembros? ¿Cómo asegurar que en estos
encuentros la energía sea positiva y productiva? Por ello, trabajamos mucho las
dinámicas de grupo y los rituales de comunicación con la central y entre
profesionales.
Higiene
de vida
Puede ser un detalle pero por primera
vez en mi vida, incorporo un grupo en el que… nadie fuma. Muchos amigos míos
fuman y no tengo nada en contra de ellos, pero admiro la evolución de los
países europeos de esos últimos 10 años prohibiendo el tabaco en lugares
públicos… y ese pequeño detalle me parece significante.
Y ahí vamos, miércoles por la noche tras
miércoles por la noche. Domingo por la mañana tras domingo por la mañana, con
los fraccionados con Angel, Julio y Miguel angel, los estiramientos colectivos,
las cervezas post-ejercicio. Algunos también cambian la cerveza a zumo de
naranja, pero eso sí, yo… mantengo mi cerveza.
Alguna noche que me sentí enfermo y
que en casa se me aconsejaba quedarme en cama, igualmente salía y volvía en
mejor forma de la que había salido.
Y es un placer, un autentico placer,
el correr 15 personas, hombres y
mujeres, con gorras y guantes. Desafiar los gélidos amaneceres dominicales
mientras aun duermen las familias, agradecer el cielo por la magia de un sol de
invierno apareciendo a lo lejos en el horizonte, escuchar el impacto heroico de
los pasos contra el suelo húmedo, gélido o seco.
Enseñanza
10: recuerdo una prestigiosa cadena de tiendas. De entre una veintena de personas, supervisores de
tiendas, 2 tercios fuman por lo menos una cajetilla y beben 4 cafés cada día.
Ninguno practica una actividad deportiva o cultural en su semana. Y existen
riesgos psico-sociales visibles: sobrepeso, falta de concentración, riesgos de
depresión, problemas de espalda o de cuello, dificultad en vida privada
(relaciones afectivas inestables…). Después de algunos juegos, nos dicen “¡hace
años que no nos reíamos tanto juntos! ». El saber hacer debe radicar en un
saber estar y un saber ser. El “saber estar” empieza por saber estar bien en su
cuerpo... y en su cabeza!
Identidad
social
Uno se vuelve socialmente corredor. Los
colegas, amigos, familiares, vecinos… todos terminan conociendo el proyecto.
Recuerdo esta conferencia en el colegio de mis hijos que mi mujer me había
invitado a atender. Ella tenía una sesión anterior y le había dicho que “seguramente”
me acercaría. Y entonces, caigo en la cuenta que ese día me tocaba correr...17 km y, qué
coincidencia, el colegio está situado precisamente a 17 km de la oficina… en
línea recta! Tuve que hacer una carrera de orientación, descalzarme 2 veces
para cruzar ríos, trepar por debajo de alambres… Un anfiteatro entero de padres
pudo ver un corredor llegar, algo atrasado, con barro en los zapatos y el
pantalón. Pero por mi lado, ninguna vergüenza; más bien un pequeño orgullo. El
orgullo social del corredor.
He incorporado la carrera a mi ritmo
diario. En mi trabajo, el 70% de mis misiones implican un vuelo en avión y
nunca facturo maleta. Alejándome de la imagen del ejecutivo, cruzando
aeropuertos y estaciones con la columna vertebral torcida y un hombro en alto
para sostener la correa del maletín de ordenador portátil, lo he cambiado por
una mochila más ergonómica con compartimentos: un compartimento protegido para
PC y libros y uno para ropa. Desde que corro, en ese puzle de alta precisión,
tengo que encontrar espacio para mis zapatillas. Auténtico rompecabezas a la
hora de Easyjet y Ryanair.
Enseñanza
11: cuando nos sentimos a gusto con una actividad, lo decimos, lo mostramos. En algunas redes comerciales,
los empleados enarbolan su corbata roja institucional o su pin en la solapa de
la chaqueta. Pero cuantos profesionales de la distribución, de las tiendas, he
conocido, que nunca hablan a sus familiares y amigos de su trabajo,
considerándolo un mal necesario, un castigo.
Simplicidad
Correr, es despojarse de todo lo
superfluo, de todos los lastres innecesarios, y quedarse con lo realmente
esencial, necesario y verdadero, cuidando una luz interior que la simplicidad
permite irradiar… para alumbrar el camino. Un par de zapatos y… a correr. En
una sociedad de la saciedad, que busca siempre más, el corredor busca la simplicidad.
una sociedad de la saciedad, que busca siempre más, el corredor busca la simplicidad.
Enseñanza 12 : el profesional de
la venta del siglo XXI ya no es el arrogante de los años 90, trepando
para lucirse, sino el autentico, viviendo en este « aquí y ahora », la
relación con el otro, compartiendo esta burbuja de 1 metro 40. « No hay
nada más innovador que ser uno mismo » dice mi maestro y amigo Pascual
Montañés. En una sociedad cada vez más desmaterializada, que la transacción
dure 10 segundos (como para comprar el periódico o el pan), o meses (como la
venta de un Airbus o una central nuclear), el cliente busca para asesorarle una
persona simple y auténtica. Como decía Robert Dilts, "la distancia entre tú
y el otro, es la misma que entre tú y tú”. Manuel, un director de tienda de una
prestigiosa cadena de jardinerías, me decía que los viernes durante la pausa
del almuerzo sale a correr con varios de sus colaboradores y después de la
ducha toman un bocadillo y vuelven al trabajo. ¡Felices clientes!
Conclusiones :
-
Entonces, he podido correr por debajo de 5 minutos por kilometro todo
el trayecto para completar mi maratón en menos de 3h30. Ha funcionado. También
pude palpar de forma muy tangible mi límite ya que al final llegué perjudicado.
-
El lunes por la mañana, mis hijos me dicen que camino como un pingüino,
mi mujer… como un oso polar. En definitiva, no debe ser un espectáculo muy halagüeño.
-
Creo que esta carrera va a mover cosas en mí, pero aun no sé cuáles.
Ya veremos.
-
48 horas más tarde a 10.000 km de distancia, un dirigente de cadena de
tiendas presenta a sus directivos reunidos en la convención anual al
conferencista de la noche. Después de las informaciones de circunstancias,
añade una última palabra: « maratoniano»; un detalle tan pequeño, y
tan significativo.
No dudes en compartir conmigo tus comentarios.
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Gracias por tu
lectura.
Hasta siempre,
Benoit MAHE
Coach ACC (Acredited Certified Coach) ICF (International
Coach Federation)
Conferenciante GSF (Global Speaker Federation)
… maratoniano